Belén monumental

de la Ciudadela de Jaca

Todas las piezas de nuestro tradicional belén monumental están diseñadas y desarrolladas por el Taller de Arte Mayo bajo la dirección de José Luis Mayo Lebrija, uno de los artesanos belenistas más reconocidos de España.

Es el resultado de 6 años de trabajo, en los que se ha ido ampliando en superficie, construcciones y personajes de barro. Responde al deseo de que la Ciudadela tuviese una colección propia de figuras de belén y que fuera mostrado cada Navidad, marcando los tiempos dentro de las visitas turísticas en el interior de sus murallas.

El proyecto se incia en 2005, con el desarrollo del Museo de Miniaturas Militares a cargo de Diego Fernández, que en ese momento era director del museo, y la Asociación Doña Sancha. De los 24 m2 de escenografía en 2018, se ha ampliado su paisaje y superficie hasta los 48 m2 actuales, construyendo con corcho, musgo, arena, piedras y ramas, laderas, montes, caminos y plazas. De las 4 casas y la cueva de Belén iniciales, se han llegado a una veintena de arquitecturas diversas realizadas con corcho bornizo, poliestireno, madera escayola y elementos vegetales. Este año, destaca un guiño a la fachada de la Ciudadela en la portada del castillo. Esta maqueta es obra de Diego Fernández.

Belén monumental de la Ciudadela de Jaca

La colección de figuras se ha ido incrementando paulatinamente con los años, incorporando escenas, grupos y personajes diversos. Actualmente, cuenta con unas 300 figuras. De las escenas principales, contamos con el Nacimiento, la Cabalgata de Reyes Magos, la Anunciación a los Pastores, pidiendo posada, la Visitación a Santa Isabel, el Empadronamiento, Herodes con sus soldados, diversos oficios, niños y pastores, que dan movimiento y vida al resto del belén.

Este año, la escenografía ha jugado con una distribución en diversas alturas que permite ver cada casa y cada escena con sus figuras para recrearse en su contemplación. No obstante, la escena principal de la Natividad sigue siendo, como no podía ser de otra forma, el epicentro del montaje y el punto hacia donde se dirigen la mayoría de los personajes.

Desde 2020, esta instalación forma parte de la Ruta del Belén de Aragón, que agrupa 22 localidades y 26 belenes.

El belén monumental puede visitarse desde el 2 de diciembre hasta el 7 de enero en el Salón Panadería. El acceso es gratuito con la entrada al castillo, sin tener que realizar ningún pago adicional.

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José Luis Mayo Lebrija

Nacido en Toledo (1941), pasa su primera infancia rodeado de virutas de madera del taller de su abuelo. Años después se trasladan a Madrid para continuar con sus estudios primarios y con pequeños trabajos de aprendiz, mozo, lazarillo, que le permitían ahorrar unas «perrillas» para comprar sus primeras pinturas.

De jugar modelando, con el barro formado en los charcos, y sentir una curiosidad autodidacta de aprendizaje en el campo artístico, pasará a visitar y trabajar en talleres en los que desarrolla un conocimiento técnico más profundo en diversas materias. Primero con el escultor Marino Amaya, en el que toma contacto con el volumen y anatomía de las imágenes. Después, con 14 años, con José Oliva Nicolás en el que se adentra en el mundo belenístico de tradición murciana reproduciendo figuras que se venderían en la Plaza Mayor de Madrid.

En la Fundición Turmis (1966), experimenta con el arte del metal, en la realización de moldes, el repaso de ceras, y las terminaciones de las obras en bronce. Regresa al mundo onírico del estudio de artista de la mano de Antonio Martín Méndez, con una línea más modernista e investigadora en el manejo de nuevos materiales, y en el taller de los Hermanos Algora, en el que se adentra en la técnica de la porcelana, el modelado, la matricería y policromía.

En 1971 abre su propio estudio en Algete (Madrid), compatibilizando esta faceta con su trabajo en la fábrica de coches de Talbot. Unos años después deja esta empresa para dedicarse plenamente a su vocación creadora.

Su estética sencilla y realista, de estilo hebreo, sus connotaciones historicistas, el matiz místico y un cuidado modelado, rompen con las figuras que tradicionalmente se veían, por lo que no tarda en recibir encargos ya no sólo de tiendas, sino también de Asociaciones y coleccionistas que buscaban algo diferente.

En las Campañas de Navidad de 1983 y 1984, recibe el primer y segundo premio respectivamente, en el I y II Concurso de Figuras de Nacimiento organizados por el Excmo. Ayuntamiento de Madrid, Caja Madrid y la Asociación de Belenistas de Madrid, que le alientan para seguir en este camino.

A partir de este momento comienza con lo que ahora es su propio taller de arte, que tendrá un crecimiento constante. Por su creatividad y valor artístico, así como la técnica por él empleada, su producción es reclamada por diferentes provincias españolas, extendiéndose por países de todo el mundo: Francia, Portugal, Alemania, Japón, China, Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Colombia, México, Brasil, Argentina… Además, forma parte de la Junta Directiva de la Asociación de Belenistas de Madrid, ocupando diversos cargos, como el de Vicepresidente Primero y Asesor Artístico.

En 1989, el Ministerio del Interior de la República Francesa le otorga el Primer Premio Internacional para artesanos Extranjeros y en 1991 la Cámara de Comercio e Industria de Madrid le otorga el Título de Artesano Tradicional Madrileño. Varias Asociaciones y Agrupaciones Belenistas españolas le conceden premios y medallas de oro por su trabajo y labor, aunando ese reconocimiento más tarde con el trofeo de la Federación Española de Belenistas en 1984.

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