Paco desgrana los apasionantes comienzos de la gestión de la Ciudadela de Jaca que conocemos hoy, que pasó del uso militar al uso turístico. Estuvo también en primera fila en la creación del Museo de Miniaturas Militares y en la restauración de las primeras 35.000 figuras.
Enamorado de la fortaleza y de la ciudad de Jaca, Paco fue también, durante varios años, secretario de la Asociación Sancho Ramírez. Esta asociación se dedica a la recuperación, la conservación y la difusión del patrimonio cultural de la zona jacetana.
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