Pasado: la llegada
El 19 de marzo de 1974 fue el día en el que se soltaron los ciervos en el foso de La Ciudadela ante una gran expectación por parte de autoridades civiles y militares, así como responsables del esfuerzo e idea para que culminara aquella iniciativa que, entonces, podría parecer descabellada o, cuanto menos, sorprendente, de crear en el foso del castillo un centro pionero en España de recuperación del ciervo ibérico.
Habría que recordar a los impulsores del proyecto en personas como el Comandante Militar de la Plaza de Jaca General José Aranda Larrañaga, que fue quien los solicitó a la Delegación provincial de ICONA, el Ingeniero jefe provincial de ICONA Alfonso Villuendas y el naturalista Fernando Luis Rodríguez Giménez, que realizaron las laboriosas gestiones para que tuviera éxito, así como a José María Pérez Jarne, que fue el encargado de conducir los ciervos hasta el foso.
Presente: Ecociudadela
Muchos de los niños que vieron aquellos tres primeros ciervos cuentan ya con edades en torno a los 60 años o más y han crecido con «los ciervos de La Ciudadela». Los animales se han convertido en un símbolo, no solo de la fortaleza, sino también de Jaca, de sus habitantes y de sus visitantes. Actualmente, no se podrían concebir Jaca ni La Ciudadela sin sus ciervos.
El proyecto Ecociudadela surge de aunar esfuerzos entre el Consorcio del Castillo de San Pedro (gestor de la Ciudadela de Jaca) y la Asociación Asceal (entidad sin ánimo de lucro comprometida con el medio ambiente y la integración social). El objetivo es fomentar el respeto al medio ambiente, a través de la educación y sensibilización con el mundo natural y el contacto con los ciervos, buscando la empatía de los niños -para que se traslade luego a sus familias- y previniendo posibles comportamientos incívicos.
Esta actividad está abierta también a los centros escolares, con la finalidad de crear esa conciencia social de respeto al medio natural y cuenta con una faceta dedicada a proyectos sociales.
Ecociudadela se ha convertido en un modelo pionero en nuestro país de ecoturismo sostenible, responsable e inclusivo. Durante el año 2023, más de 8.000 visitantes han participado en la actividad, consiguiendo unir en un mismo objetivo ecología, patrimonio y emprendimiento social.
Futuro: concienciación total
No cabe duda de que los ciervos han sido el medio para transmitir todos los valores y sensibilización hacia el medio ambiente. Las perspectivas de futuro son mantener y aumentar, más si cabe, este vínculo de los ciervos con niños y mayores para, a través de ellos, ser una semilla de valores medioambientales y sociales que, con el tiempo, germine en las conciencias de todos los ciudadanos.
