Lugar: Salón Panadería
Precio: gratis con tu entrada al castillo
Los recortables de papel tienen su origen en el siglo XVIII, siendo en sus inicios modelos planos, de los cuales las muñecas eran su mayor exponente. Pronto alcanzaron una gran popularidad, y fueron los de temática militar los que tuvieron mayor protagonismo. Con el paso del tiempo, el recortable fue adquiriendo mayor dinamismo, aparecieron recortables de carácter modular, especialmente las casitas, a los que siguieron otros que representaban edificios emblemáticos de nuestro patrimonio como los castillos. Posteriormente se diversificaron creando modelos de trenes, coches, aviones e incluso se utilizó el recortable como elemento ideológico y publicitario.
Quizás los castillos han sido uno de los modelos más tratados dentro del mundo del papel recortable porque nos trasladan a otra época y su realización se convierte en un juego.
Esta muestra o exposición pretende dar a conocer, de manera sencilla, la evolución de la arquitectura fortificada. Por ello se incluyen modelos desde un asentamiento de la protohistoria hasta asentamientos fortificados del siglo XX. Lógicamente, no podemos pasar por alto aquellos castillos de fantasía que tanto nos han gustado en la infancia.
Los tamaños son variados, se exponen maquetas pequeñas de apenas 20 x 20 cm, medianas de hasta 55 x 55 cm y alguna excepcional de más de un metro de altura. En el espacio expositivo se muestran también algunos pliegos de recortables de los años 70 y principios de los 80 destinados a un público infantil.
En Aragón se ha tratado de manera breve este tipo de divertimento. No obstante hay diversos autores que con sus creaciones, desde hace mucho tiempo, nos han acercado al mundo del recortable. En esta muestra se incluyen algunos castillos aragoneses editados por diferentes instituciones o editoriales.