Erisimum cheiri, una especie de alhelí que florece en el corazón de los Pirineos

En un interesante descubrimiento botánico, la Ciudadela de Jaca revela un tesoro oculto en su vegetación: el Erisimum cheiri, una especie de alhelí perteneciente a la familia de las Brasicáceas. Este hallazgo, realizado por Enrique de Funes, un ingeniero agrónomo amigo del castillo, resalta la riqueza y diversidad de la flora que habita en este emblemático enclave de los Pirineos.

El Erisimum cheiri, también conocido como alhelí de los Pirineos, es una planta bianual. Su floración, que viene a durar de unos 20 a 30 días, está caracterizada por sus vistosas flores de tonalidades amarillas, que desprenden un delicado aroma primaveral. A pesar de su belleza, esta especie ha sido poco estudiada en la región, lo que hace aún más relevante su presencia en la Ciudadela de Jaca.

Según los expertos, el hábitat particular de la Ciudadela, con su suelo calcáreo y su exposición soleada, proporciona las condiciones ideales para el florecimiento del Erisimum cheiri. Esta planta, que suele crecer en terrenos rocosos y escarpados, ha encontrado en los muros centenarios de la fortaleza jacetana un refugio propicio para su desarrollo.

La presencia del Erisimum cheiri en la Ciudadela de Jaca no solo enriquece el patrimonio natural del lugar, sino que también destaca la importancia de conservar y proteger estos espacios históricos como refugios de biodiversidad. Este descubrimiento es una oportunidad para la promoción del ecoturismo responsable en la región, ayudando a la conservación de especies como esta en el corazón de los Pirineos.

Este hallazgo nos recuerda la importancia de explorar y valorar la riqueza natural que nos rodea, incluso en los lugares más insospechados. La Ciudadela de Jaca, con su historia milenaria y su flora excepcional, sigue sorprendiendo y maravillando a propios y extraños, consolidándose como un verdadero tesoro de la naturaleza en medio de las montañas.

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